Este tejido lleva el nombre del lugar donde nació en el siglo XVII, Vichy, localidad francesa.
La tela vichy se caracteriza por tener una composición y resistencia que la convierten en una opción inmejorable para confeccionar uniformes.
La estampación de este tipo de tela está formada por en entramado de líneas horizontales y verticales que se entrelazan entre ellas formando perfectos ángulos rectos. El dibujo resultante de estas líneas de colores y su interacción son cuadrados o rayas, la mayoría de las veces sobre un fondo blanco. El abanico de colores en los que existe la tela Vichy es muy amplio, aunque los que se utilizan más son el negro, el rojo, el azul, el verde.
La tela Vichy ha sido utilizada para la fabricación de uniformes desde sus orígenes. Ya en el siglo XVII en la localidad francesa de Vichy no solamente se utilizó para fabricar manteles y servilletas, sino que se empleó para fabricar los uniformes de los empleados que trabajaban en la incipiente industria del momento.
Años más tarde, cuando se dio por finalizada la segunda Guerra Mundial, se empezó a darle a la tela Vichy una nueva funcionalidad: se utilizó para fabricar las camisas de los hombres y mujeres que trabajaban en el campo de sol a sol. El hecho de que sea una tela resistente, que aguanta la tracción y a su vez es transpirable, la convirtió en el tejido ideal para las camisas de los campesinos.